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TODO LO QUE SUBE NO BAJA

Ir al supermerrcado desde hace unos meses se ha convertido en una auténtica situación de incertidumbre, vas moviéndote por los pasillos e introduciendo alimentos en el carrito hasta encontrarte con el producto al que le ha tocado subir esta semana, ¿qué ha subido hoy? ¿lácteos? ¿carne? ¿el pan?.

Desde que el año pasado comenzaran a subir los precios de los alimentos sin parar, han aumentado alrededor de un 15%. Aunque todos los alimentos se están encareciendo, los que han experimentado una mayor subida son aquellos de mayor calidad, los alimentos frescos, ya que los que se han mantenido más estables son los alimentos elaborados (congelados, conservas, …). Sin embargo, estos son a los que más recurrimos ante el encarecimiento de los precios, sustituyendo los de mejor por los de peor calidad, pero más económicos. Por tanto, esta subida de los precios también va a afectar indirectamente a nuestra salud.

Además, en ocasiones también renunciamos a aquellos “caprichitos” que nos damos de vez en cuando o incluso ya no compramos productos que no consideramos de primera necesidad para así ahorrar en la cesta de la compra. Por el contrario, algo que estamos aprendiendo es a valorar los alimentos y ojalá así no tiremos tanta comida.

Los motivos de la subida de los precios son los siguientes: en primer lugar, la pandemia o la reactivación de la economía tras la salida de la misma. En segundo lugar, la subida de los precios de la energía y los combustibles, que afectan a la elaboración, transporte y mantenimiento de los alimentos. En tercer lugar, la guerra de Ucrania, los países beligerantes nos proporcionan materias primas básicas (desde trigo y cereales hasta petróleo, gas natural y carbón) y la distorsión de los mercados. Por último, la sequía, la cosecha se ha reducido y han aumentado los costes de producción, esta subida se ha trasladado directamente a los precios para poder cubrir los costes y no tener que cesar su actividad.

La previsión para los próximos meses es que probablemente la situación continúe, ya que los fenómenos que la están provocando no tienen pronostico de terminar. No llueve todo lo que se espera y las temperaturas cada vez son más altas, por su parte, la guerra no va a resolverse tan pronto como nos gustaría.

Ante todo, no debemos acostumbrarnos a estas subidas continuas y tenemos que buscar soluciones de inmediato.

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